Recuerdo despertar y encontrar de por sí un ambiente desolador, el silencio
me abruma con su incesante bullicio, camino desde mi cuarto al exterior y
siento como si atravesara un continente entero, y te encuentro allí, en la
sala, en aquel asiento de mimbre que hasta ahora conservamos, me acerco, logras
advertir mi presencia y al acto me coges con todas tus fuerzas, un abrazo capaz
de penetrar el alma y de fracturar todos los sentidos, algo en mí presagia un
hecho aterrador, no pude más, en esos momentos pasan muchas cosas por tu cabeza,
la imaginación a veces puede ser tan perversa, y pregunté ¿qué pasa? sin
encontrar respuesta, las lágrimas comenzaron a correr entre tus mejillas y en
sollozos me dices ¡Tu hermana! ¡Nos ha dejado tu hermana! Y esto de inmediato provocó
un alboroto en mi cabeza, sentí cómo mi realidad se iba deformando, cómo se
adormecían mis músculos y se hacían cada vez más pesados, el aire me comienza a
faltar y mi estómago no lo puede tolerar más; te fuiste, y contigo te llevaste
a gran parte de nuestra madre, nuestra querida mamá.
Desde pequeño te recuerdo, mamá, y allí estás como un roble, nunca te
habías dejado abatir, todo siempre tenía una solución y cada obstáculo era un
reto para ti, al mismo tiempo eras capaz de dar ese afecto sincero pero a tu
manera, un afecto más efusivo en público y un cuanto menos en interno, sin
embargo aquel acontecimiento, sin dudarlo nos marcó por completo, a ti más,
éramos testigos de cómo te dabas por vencida y tirabas por la borda todo lo
calado hasta el momento, ya nada tenía sentido, la amabas más que a nada en el
mundo, te enorgullecías cada que la conversa entre vecinas tocaba tema parecido
a ¿cómo son tus hijos? incluso a veces tu misma lo provocabas para llenarla de
elogios y cumplidos; pero no te culpo, muy contrario a todos nosotros, ella
desbordaba amor, si algo le molestaba lo confrontaba y los planes de su cabeza,
tantos planes para superar la cruda realidad económica que ya es una constante
en un país sub desarrollado, y lo era aún más en nuestra familia, nos llenaban
de ilusiones y nos hacía sentir una familia aún más unida, era una persona que
nace 1 en 10 mil o en un millón o quizá una sin precedentes.
Cómo un chico asimila, mamá, a los 11 años, tener que atravesar
circunstancia parecida, en donde verte evitar esta realidad y de cuanto en
cuanto reclamarle a Dios, tu Dios, nuestro Dios, cuál había sido tu
equivocación, qué habías hecho para provocar su furia y generar tremendo
estrago en esta línea temporal que nos tocaba recorrer; no fue nada fácil, de
seguro, para nadie.
Pasados ya los años, muchos, hemos sido testigos cómo, de a pocos, nos empezaste
a mirar con los mismos ojos de antes, con el mismo afecto, el mismo amor,
lograste ir superando aquel bloqueo y fuiste encontrando en cada uno de
nosotros aquel amor de madre que alguna vez quiso flagelar, nos proteges de
sobre manera y entiendes las imperfecciones de cada uno de nosotros, quienes no
llegaremos ni a asomarnos un milímetro siquiera a nuestra amada hermana, claro
está.
Ahora en nuestra cotidianidad mamá tengo un temor muy grande que advierto
cada vez que diviso el paso de los años marcados en tu piel, tu voz; esto doblega
mis sensibilidades cada que soy testigo de ver a una persona mayor siendo
partícipe de una serie de padecimientos, no me imagino un segundo verte pasar
por aquello, pero puedo entender, un poco siquiera, por lo duro que has atravesado,
cuan valiosa eres y lo poco que puedo dar en recompensa a tanto.
Como verás, mamá, me es imposible ser objetivo en un texto que está netamente dedicado a ti.
¡TE AMO TANTO!
Post dedicado a Elena Amasifuen Laulate y Clara Isabel Paima Amasifuen, 2 madres sin precedentes.
Momentos que marcan de por vida.
ResponderEliminarAsí es. Gracias por leernos.
EliminarMe cautivaste desde las primeras lineas, fue inevitable no derramar una lágrima. Gracias por contar la historia de tus angeles, una en el cielo y otra aquí en la tierra.
ResponderEliminarGracias por leernos, no fue nada fácil esta historia.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHistoria muy bella y conmovedora
ResponderEliminarGracias por leernos, espero podamos seguir compartiendo.
EliminarQue Bonito❤❤
ResponderEliminarGracias por leernos, espero podamos seguir compartiendo.
EliminarNice post
ResponderEliminarHermano mío todo lo vivido resumido en este texto, no fue nada fácil, superar todo lo acontecido. Dios tiene un propósito para todos y cada uno de nosotros a seguir adelante, luchando día a día agradeciendo por cada momento de vida. Excelente !!!! Sigue adelante "pachitoÑs
ResponderEliminarTe sale del alma, eso es amor, recuerdo, impotencia, la vida. Muy hermoso refleja todo el sentimiento que sale del corazón. Besos
ResponderEliminar