jueves, 7 de mayo de 2020

LA AMAZONIA Y SUS PECES


Aún recuerdo aquella expresión nefasta de quien nos gobernara en 2 períodos distintos, la primera, una en donde ser joven estaba de moda y se reinventaba una frase que versaba “juventud, divino tesoro” y del cual se resume una gestión catastrófica, del segundo rescato primero las elecciones, en donde nos pusimos los electores en “autojake”, del cual ahora ya estamos acostumbrados, buscando quien pueda hacernos menos daño y represente hidalgamente el ya famoso “mal menor”, con una gestión que cumplió con las expectativas deseadas, crecimiento económico, sin recesión y para variar, y no perder costumbres, negociados bajo la mesa; sin embargo hasta ahora retumba en mi cabeza aquella frase que de seguro quedó en el sub consciente de mis paisanos y compatriotas, quienes representamos una de las regiones geográficas no menos importantes de nuestro país. Corrían años en que las protestas y grescas se generaban en plena selva alta en la ciudad de Bagua, ya que los ciudadanos en su mayoría nativos sentían doblegados sus derechos y burlados por el estado peruano, estado, que evitando todo tipo de diálogo y comunión, sin asomar siquiera a algunos de los consejos de Sun Tzu en su obra maestra “El arte de la guerra”, prefirió combatir el problema con la fuerza, dejando estragos con pérdidas humanas irreparables; al ser consultado el presidente García sobre el porqué de su accionar respondió lo siguiente: “ESTAS PERSONAS NO TIENEN CORONA… ESTAS PERSONAS NO SON CIUDADANOS DE PRIMERA CLASE…”, frase que se presentó casi sin avisar y de manera involuntaria, natural, sin muestra de un milímetro de titubeo, y desde entonces me he preguntado qué es lo que piensa el Perú de nosotros, acaso tenemos algo de responsabilidad en estas afirmaciones, quiénes somos para el país, nos merecemos algunos de estos comentarios?.


Michel Foucault un filósofo contemporáneo indica que “El pez nunca descubre que vive en el agua” ya que “como vive inmerso en ella, su vida transcurre sin advertir su existencia”, y quizá es un poco de lo que nos pasa, no descubrimos en dónde vivimos y en contraste aspiramos ir a otros lugares anhelando sus costumbres y su cotidianidad basada en los medios que nos trasmiten su historia con tanta cercanía, que nos hacen creer que pertenecemos a ella, recuerdo en tinieblas cómo veíamos emocionados en la infancia la llegada de “Tarzán” a tierras extranjeras y abolir a todos los nativos que la habitaban, que de alguna forma se sentían amenazados con su presencia, sus  grandes hazañas e innumerables logros eran los nuestros, al igual que otras películas o series como “Indina Jones”; pero alguna vez nos hemos puesto en la posición contraria, qué pasa si nosotros no fuéramos los personajes principales sino más bien los antagonistas de la historia, en realidad merecían tal adjetivo? “antagonistas”.

Ya hace mucho que conocí a una antropóloga de origen brasilero en una comunidad de la ciudad de Pucallpa, “Comunidad Nativa Callería” a quien, en un escueto intercambio de palabras, le consulté por su ciudad de origen, y me indicó un lugar que muy rápidamente hurgué por el Smartpone y al instante me dejé seducir por una ciudad globalizada, llena de majestuosos edificios y de prominente, al parecer, economía, prosiguió el diálogo hasta que osé realizar la siguiente interrogante: ¿si tuvieras la oportunidad de elegir entre quedarte en tu ciudad natal o Pucallpa, cuál elegirías?, del cual recibí la respuesta menos esperada y estadísticamente menos probable, ¡Pues me quedaría aquí, en Pucallpa!, frente a la mirada atónita que le puse, prosiguió, ¡Aquí puedo caminar con libertad, sin prisas, puedo respirar aire fresco, disfrutar de la naturaleza, de la interculturalidad de las personas y su relación con el ecosistema, usan medicina natural para remediar sus dolencias, no comidas enlatadas, sino frescas, el afecto entre los cercanos es sincero y se siente, uff es el paraíso!, sentí quebrar mis sensibilidades y desde entonces comencé a observar con detenimiento cada paso que daba a mi alrededor, sentí como mis ojos de pez lograban diferenciar las pequeñas burbujas que se formaban en el agua de mi entorno, e inicié con los cuestionamientos, cómo no amar todo cuanto tenemos, los paisajes que otros observan en cuadros, los cielos despejados, la majestuosidad de las nubes cuando se enfurecen y avecinan una tormenta con estruendos apocalípticos y nos hacen sentir tan minúsculos e inferiores, cómo no amar el aire fresco que hay en nuestro alrededor, las historias y leyendas que esconden nuestra selva inmensa, las alegrías de festejar las costumbres tradicionales, los carnavales y las fiestas de san juan, su música tropical y pegajosa, cuna de una agrupación musical que encontró su trágico final a temprana edad pero que fue pionera y dejó arte y cultura en cada melodía que emitía, aquel lugar en donde el tiempo pareciera que transcurre más lento en donde hay lugar para estar más tiempo con nuestros seres amados y de llegar a los lugares con mucha mayor eficiencia sin tránsito que nos colme la paciencia y que intente sacar lo peor de nosotros, cómo no amar aquello que nos alberga con tanto y a quien quizá concedemos tan poco.


Es acaso todo lo que he indicado, propio de alguien que pertenece a una clase inferior? pienso ahora que el sr. ex presidente, finado* ya, en ese entonces desconocía todas las bondades de la selva y nunca dio tregua a sus prejuicios, creyó en la realidad de su pez interior sin dudar un poco siquiera, ahora ya no guardo rencores ni tampoco tengo ganas de increpar sus desagradables declaraciones, ahora lo comprendo mejor. ¡Viva la selva peruana!

Jhon Gonzales/Artista Plástico.

11 comentarios:

  1. Me salieron lágrimas porque amo tanto al Perú. Me interné una vez en la selva y allí supe lo que es inocencia y libertad. Me encanta el masato y bailo con Juaneco.
    Y ustedes son dichosos pues si que son de primera clase y aquél de tercera ya se fue. Primera clase es tener tremendo legado histórico!✌

    ResponderEliminar
  2. Es increíblemente tu contenido, definitivamente ganaste un nuevo fan

    ResponderEliminar
  3. Hola,no conozco Peru, pero me ha gustado mucho leerte.

    ResponderEliminar
  4. Me sorprendió la respuesta del ex presidente,desconocía esa parte de la historia, fue discriminación, que opinas?; Por otro lado, la antropóloga visitaba constantemente la ciudad de Pucallpa?,como sea, la respuesta elme Alegro Día! Viva!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, gracias por leernos, como trato de explicarlo, estas declaraciones muestran un ensimismamiento del ex presidente, quizá no haya un sentido de discriminación estricto en ellas, sino más bien un desconocimiento del cual se dio riendas a opinar. Respecto de la antropóloga llevó al menos 8 meses conviviendo en la comunidad nativa, nuestra entrevista se dio días antes de su partida, quizá haya sesgado su opinión el sentimentalismo y la partida a la que estaba destinada; recalcar que vino a convivir por el desarrollo de una tesis de un postgrado que seguía, es todo.
      Espero podamos seguir compartiendo. Ss

      Eliminar
    2. Ohh, gracias por responder. pues si, que se puede esperar de este Sujeto que agredió con una patada a un indefenso anciano que solo demostraba admiración hacia él.

      Eliminar

TUS LATIDOS/MIS LATIDOS

Jesus. Hace días anduve caminando por el centro de la ciudad y pensaba en cosas muy inverosímiles, sobre mis pendientes y qué otra tonta est...